En la actualidad el pato laqueado es uno de los platos más característicos de la gastronomía china. Este manjar, originalmente fue destinado únicamente a alimentar a los emperadores chinos y a sus invitados. Afortunadamente, con el paso del tiempo, el pato a la pekinesa se popularizó pudiéndose encontrar en mercados chinos y muchos restaurantes.
Pato laqueado, comida de emperadores
Las primeras citas escritas en las que aparecen recetas de pato se remontan a miles de años. Siendo la población china la primera en prestarle especial atención. Fue elegido este animal porque ofrecía un sistema de crecimiento más rápido y mayor abundancia en la puesta de huevos.
Durante la dinastía Yuan y la aparición del libro “Recetas completas y bebidas” escrito por Hu Sihui, inspector de las cocinas imperiales en 1330. Marco un antes y después en la elaboración del pato laqueado. A partir de ese momento empezó a ser preparado únicamente para el disfrute del emperador de la dinastía Yuan, sin embargo con la posterior llegada de la dinastía Ming, el plato formó parte del menú de toda la corte imperial. Para el periodo de la dinastía Qing, el pato pekin era tan popular que se extendió a las clases altas e inspiró a poetas y eruditos.
Ritual de cocina del pato laqueado
La elaboración del pato laqueado es todo un ritual. Por lo que comenzamos asustando el pato en una mezcla de agua y licor chino para poder contraer la piel y sacarle las plumas sin usar sopletes. Sazonamos el pato desde el interior para su marinado. Empleamos todas las verduras y aromáticos para conseguir durante el secado aporte sabores y aromas al pato. El primer baño lo realizamos con una mezcla de agua y elote en pasta, que nos aportará sabor a cereal de manera natural y a continuación dejamos durante cuatro horas en una cámara el pato para su secado, a una humedad del 15%. Pasamos al segundo baño que se realizará con una mezcla de vinagre y jugo de remolacha, continuando con el segundo secado de cuatro horas, esta vez sin humedad. Gracias al secado eliminaremos un 30% de grasa consiguiendo un plato más ligero. Previo al asado, le damos un pincelado que formará el pato laqueado, con una mezcla de miel y soja. Usamos estos ingredientes porque ayudan a crear una capa brillante y crujiente en le piel del pato. Acto seguido lo horneamos a 155 grados durante una hora y 5 minutos. Para terminar, en el proceso de cocinado se saca el pato del horno y se procede al vaciado, paso previo al corte. El cortador utiliza el corte estilo pluma en que se ofrece tanto la carne como la piel en el mismo bocado. Una vez está cortado, se sirve con unas crepes para hacer unos ligeros rollitos rellenos de pato, pepino y puerro.
Prepara este pato imperial en casa
No dudamos de tu talento culinario, pero también es cierto que es una elaboración que requiere de mucho tiempo, y muchas veces no lo tenemos. En China Crown queremos que disfrutes de este gran manjar como los antiguos emperadores, por ello te lo entregamos en tu domicilio envasado al vacío con un packaging especial exclusivo.
Una vez te llega el pato a casa, los pasos a seguir son los siguientes:
- Saca el pato de su envase, hornea durante al menos 20/30 minutos o hasta que veas que la piel queda crujiente y adquiere una tonalidad un poco más oscura
- Coloca el pato horneado en una fuente y cortarlo en tiras hasta retirar toda la carne. Las tiras deben de ser de un grosor entre 2 y 3 centímetros. Te dejamos aquí un enlace con varios cortes que puedes hacer de la mano de nuestro chef ejecutivo Felipe Bao. Es recomendable mantener el pato cortado en una fuente caliente para que mantenga el calor.
- Calienta los crepes en una vaporera y después añade un poquito de salsa, la cebolleta, las tiras de pepino, el membrillo y el pato.
- Ciérralo y disfruta en casa de un auténtico plato de los antiguos emperadores chinos.
Además, en nuestra caja Pato Imperial Beijing China Crown, encontrarás nuestra sopa agripicante de pato para usar como acompañamiento.
Cómpralo ahora y disfrútalo en casa con amigos y familiares.